Directo desde Austin, Texas, el tercer disco de estudio de Black Joe Lewis, es un puñetazo en la cara. Toda la fuerza del rock sureño y la mala leche del punk se mezclan con el blues y el soul más añejo en una valiente combinación, que es una maravilla para nuestros oidos. Y tan valiente, porque después de escuchar temas tan pantanosos como Guilty, nos enchufa Come to the Party, que es puro funk y se queda tan ancho. Blues sexy y lentorro en Vampire, o la potente Skulldiggin, que abre esta joyita de disco y que huele a rock 70´s con las guitarras más distorsionadas de todo el Electric Slave. Simplemente crudo y bailongo rock’n roll en The Hipster y en Golem, donde predominan toda clase de vientos que están muy presentes durante todo el trabajo. Si a todo esto le sumamos las voces que suenan al James Brown más puesto, el resultado es espectacular. Como veis, sonido variadito pero sin olvidarse de las raices negras en ningún momento, dando una vuelta de tuerca y sin miedo a experimentar en este puto discazo que tenéis que escuchar sí o sí.
A historical record of artistry, anarchy, alchemy & authenticity.
goliathisdead
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